¿Serán capaces de decir con claridad que meterse debajo de un paso bajo cualquier medida o protocolo COVID médicamente nunca será seguro?
Todos tenemos en casa un cuñado que ha estudiado cinco años de medicina, cuatro de abogacía, siete de administrativo y tres años en practicas de cocina con Martín Berasategui, el cual todas las navidades o en cualquier comida familiar resuelve España en cinco minutos.
Pues bien, en nuestra Semana Santa no seremos menos y tendremos un comité de expertos cofrades que, cuál cuñado, rebatirá lo que otro cuñado ha dicho antes.
Espero entiendan el símil con todo el respeto que se merecen los miembros del comité que formará el Consejo de Hermandades y Cofradías de Cádiz para intentar hacer una Semana Santa COVID FREE, en la cual, no haya ningún contagio cofrade. Y así, si alguien se contagia, será porque se habrá ido a los caños que es donde se irá la Covid cuando ya huela a azahar en nuestra ciudad.
Si ya de por sí tenemos un comité de expertos en Andalucía que los invitaría a realizar algún curso de surf, ya que no han cogido ninguna ola a tiempo desde que empezó esta pandemia, querer hacer otro comité de «expertos» para rebatir las recomendaciones que otros (expertos) ya han propuesto antes, parece un chiste de Mafalda.
Y entiendan el entrecomillado con un simple argumento: la rama de la medicina es muy extensa y cada vez más objetiva y puntual, y querer jugar a los virólogos o epidemiólogos puede ser un tanto suntuoso, además de crear una falsa seguridad a los cofrades con personas, que por mucha buena voluntad y conocimientos médicos «generales» que tengan, no pueden ser salomónicos con respecto a las medidas a tomar en esta pandemia, todavía tan desconocida aunque hayamos pasado por tanto a nivel epidemiológico.
Y en esto debemos partir de una premisa clara: ni los propios virólogos, a día de hoy, saben con exactitud cómo actúa el virus. Y ya no solo a corto plazo, sino también a largo plazo en las personas.
Pero lo que sí espero de este comité, ya que está creado y suponemos que para realmente dar unas bases solidas de seguridad, es que hablen con claridad.
Que el comité salga públicamente de una vez a decir lo que todos sabemos y decimos con la boca pequeña: que meterse debajo de un paso, no va a ser seguro se tome la medida que se tome. Que los pseudo purificadores supuestamente testados, los antígenos a personas sin síntomas o las mascarillas que en 15 minutos bajo esa sauna serán tela mojada, son opciones que económicamente las hermandades no harán más que derrochar dinero. Y en las Hermandades gaditanas no estamos para tirarlo.
Pero también quiero que salgan a decir que la carga no será el único factor de riesgo en toda la Semana Santa y que se deben tomar medidas en otras cuestiones que parecen banales a día de hoy. Pues aunque los hermanos vistan sus túnicas y los capirotes «actúen» como pseudo mascarillas, no olvidemos que los cincuenta, cien, trescientos o quinientos hermanos antes de salir se encierran en un templo a cara descubierta (salvo excepciones). Y ese solo es un ejemplo de los muchos que se pueden poner, pero en los que a día de hoy nadie apunta el foco.
Todo esto, por supuesto, está sujeto a que en poco más de dos meses pueda declararse el fin de la pandemia y el comité no quede más que en una simple anécdota para la #GuasaCofrade de twitter.
Pero si no es así, recemos. Porque lo que nos cuenten puede que nos lo tengamos que tomar a pitorreo. Como una de las primeras soluciones que ya han barajado sobre la mesa en su primera toma de contacto y es la de terminar la Carrera Oficial en la Catedral (tema que con el famoso llamado plan Robles, ya desmontamos en nuestro proyecto de Carrera Oficial). Cosa fuera de toda lógica aunque sea del agrado, ya no solo del comite sino del propio Consejo. ¿Se utilizará el tema de la salud para así poder variar a su antojo en estos años todas las cuestiones que la permanente no había resuelto por falta de apoyo o miedo de que se echaran encima? Esperaremos acontecimientos.
Y por supuesto, espero personalmente que no hablen mucho antes de la Semana Santa y catorce días después hagan un mutis coral al que ya estamos acostumbrados en varias ocasiones por parte de cofrades y Consejo.
Y a las pruebas me remito: ¿Recuerdan ustedes todos los «expertos cofrades» que no paraban de publicar estadísticas cuando volvieron las procesiones allá por Septiembre?¿recuerdan esos decretos “médicos” de que ya las procesiones eran seguras y no provocaban contagios?
¿Recuerdan escucharlos o haberlos visto después de las procesiones extraordinarias del puente de Diciembre? Ahí los datos ya no salían al gusto del consumidor… y entonces se decidió hacer caso de otros expertos cofrades…
Los cofrades del Silencio.