Si existe un debate que desde hace tiempo ronda los mentideros cofrades y que este año, después de dos años sin procesiones, se ha acrecentado, es sin duda el de los horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz.
Y es que con esta nueva Carrera Oficial que desde hace años se ha ido asentando en Cádiz , estamos viendo que no se están solucionando esos problemas que, a priori, el sector cofrade demandaba que debían de atajarse para solventar otros problemas indirectos que se presuponen daba la antigua Carrera Oficial, como son el de la falta de penitentes en los cortejos por cortejos largos y lentos o la problemática de la carga que tanto está dando que hablar, sobre todo en esta última Semana Santa.
No podemos hacer un balance total debido a que, por las inclemencias meteorológicas, las jornadas del Lunes y Martes Santo no pudimos vivirlas al completo en la calle y erraríamos si quisiéramos hablar de ellas. Pero si podemos decir a nivel general que le queda tanto al Consejo de Hermandades como a las Cofradías un arduo trabajo de cara a la Semana Santa de 2023 para coordinar algunos de los aspectos que más han quedado señalados en esta pasada Semana Mayor.
1. HORARIOS
Aunque sabemos que la mayoría de los horarios hay días que han fallado por incidencias que en cualquier salida procesional se pueden dar y las Juntas de Gobiernos no tienen culpa de ellas, si tenemos que hacer mención de que este año no ha sido el del cumplimiento de aquellos horarios que se corroboran en la toma de horas que precede a la Semana Santa por parte de algunas cofradías en momentos concretos.
Tenemos el caso de Hermandades que ya salieron con un horario de retraso permitido, pero que casi lo doblegaron en su recorrido. Hermandades que por inclemencias se les exigían adelantarlo, pero prefirieron hacer caso omiso de ello.
Hermandades que acumularon retrasos sin motivo alguno y Hermandades que no sabemos si por falta de previsión o de por no tener una buena configuración de sus horarios realizaron sus cortejos con muchísimo adelanto.
Todo ello hizo que un día grande como lo es el Jueves Santo, fuera un suplicio para el público, teniendo que vivirse momentos de carreras para poder coger una procesión en algunos puntos específicos (Judas tiene constancia de que hubo muchas sillas vacías en Nueva al pasar el primer cortejo debido a que pasó antes del horario de entrada establecido) o vivir momentos de desesperación de largos tiempos de espera y pausa entre una hermandad y otra.
Ello hace pensar que no siempre la carga, a la que se le achaca siempre la culpa de estos desfases, sea la culpable de que haya días mal confeccionados en horarios para las cofradías, sino que es una gestión y labor de las fiscalías, las cuales deben realizar estudios sinceros de las necesidades de sus desfiles procesionales.
Aún con todo esto, tampoco debemos ensañarnos en ello, son dos años de barbecho que hacen que poner en funcionamiento una hermandad no sea cosa fácil y haya automatismos que debamos desengrasar de nuestros recuerdos y que seguro que para 2023 se mejorarán.
Espero sin embargo que estas permisividades que estamos dando como lógicas, esas propias juntas de gobiernos y cofrades que tiene la labor de mejorarlas la tengan con los demás sectores cofrades que participan en las cofradías (sí, me refiero a la carga).
Pero no todo es malo por supuesto.
Este año de manera inconsciente creo que la Semana Santa nos ha dado un aspecto positivo que igual los cofrades no queríamos ver o habíamos olvidado.
Y es que las cofradías gustan mucho y en horarios tardíos.
El Domingo de Ramos, aunque a muchos cofrades les pese, demostró que la noche no es enemiga de las cofradías.
Daba una alegría inmensa ver cómo aun con varias horas de retraso (El Despojado rozó las cuatro de la madrugada) las cofradías no se vieron mermadas de público en las recogidas, sino todo lo contrario.
Esto nos debe hacer cuestionar si estamos dando pasos acertados en querer adelantar la Semana Santa a horarios más diurnos o es más una simple cuestión de intereses de otro ámbito más allá de lo que las cofradías realmente requieren en nuestra ciudad.
Por supuesto creo que acertadamente hay días que deben de comenzar temprano (caso del Domingo de Ramos) pero no tengo ya tan claro y a las pruebas de este 2022 me remito, si es acertado que las procesiones estén muy temprano ya recogidas en sus templos.
Creo que hay muchas ganas de ver cofradías de noche. Más de lo que se imaginan muchos de los cofrades que tiene la espada de Damocles de nuestra Semana Santa.
Y lo siento, la excusa de que los hermanos se cansan… una Hermandad hace una única salida procesional al año, no creo que al Hermano le duela hacer una penitencia de unas horas al año…
Diferente es que a la Iglesia no le interese, aunque esta cuestión la debatiremos en otro post más adelante.
2. ITINERARIOS
Sin duda el gran fracaso de la Semana Santa de los últimos años son los itinerarios.
No se conciben unos cruces que de manera ilógica se sufren ya no solo en algunos recorridos de hermandades, sino dentro de la propia Carrera Oficial.
Es inviable asistir a cruces de procesiones en San Juan de Dios cual circuito de Motociclismo que deslucen los Cortejos procesionales y que estéticamente son de fiesta menor, asimismo como cortejos que deben comprimirse en calles estrechas para que otras hermandades puedan seguir realizando la Carrera Oficial de manera normal.
Recuerdo que se rechazaba la antigua Carrera Oficial por los cruces en Catedral con las Hermandades que provenían de la parte de San Lorenzo y ahora los hemos trasladado a otros lugares y con peor situación e incidencia que los anteriores.
Esto unido a días como el Domingo de Ramos o Jueves Santo que son auténticos laberintos de puzzles para las cofradías, el Martes Santo que, aunque no se ha vivido este año al completo, ya daba muestras de ser un día donde las hermandades se solapaban uniéndose la primera detrás de la ultima y formando un anillo cerrado que ponía en problemas la seguridad de las personas que se encontraban dentro de la carrera oficial y las calles colindantes, o el Miércoles Santo donde se conforma una Carrera Extraoficial de sillas que ya desde horas antes hacen que la situación de movilidad sea insostenible, hacen que los itinerarios actuales sean inviables.
Es por ello por lo que el Consejo junto a las Hermandades debe poner solución a este grave problema.
Primero corrigiendo la actual Carrera Oficial, que como hemos hablado en un post anterior debe reconfigurarse y segundo dando viabilidad a algunos recorridos alternativos en días concretos que desahoguen puntos masificados de paso de todas las cofradías una detrás de otra.
Queda un año por delante para todo ello y esperemos que todas las partes sean valientes y den un paso adelante para adecentar y moldear una Semana Santa a la altura que se merece tanto la ciudad como los cofrades.
¿Y vosotros, qué opináis?
