Un análisis en profundidad de todos los entresijos a tener en cuenta a la hora de planificar la próxima cuaresma y fiesta mayor, no solo debe adaptar la nueva realidad de la Semana Santa a las tres lineas que se marcaron en la ultima reunión del Consejo con los responsables de la Junta de Andalucía. Las Hermandades deben de ir un paso por delante y señalar el camino de cara a un futuro no muy lejano. Debemos ser ejemplo para la sociedad.
Es momento de saber que nos enfrentamos a una realidad complicada y la cuaresma está a la vuelta de la esquina. Los cofrades debemos saber que el tiempo corre en nuestra contra y de nuevo, la pandemia nos hace flaco favor en ayudar a planificar variantes que puedan masificar a personas, tanto en espacios abiertos no controlados, como en espacios cerrados donde la masificación controlada o no, pueda poner en riesgo la vida de las personas.
Porque no olvidemos que detrás de cada cofradía existe un equipo humano que se pone en riesgo y a día de hoy sabemos que vendrán semanas duras que afectarán tanto a la sociedad general como a las cofradías en particular.
Ya intentamos en semanas anteriores intentar salvar la Navidad y hemos visto el resultado: un desastre de control sanitario que nos obliga a dar un gran paso atrás y vernos a un mes de la cuaresma casi en la mimas linea de salida que en aquel Marzo de 2020 que todos queremos olvidar.
Por eso, los cofrades, tenemos el deber de hacer las cosas bien de una vez por todas y volver a dar un ejemplo social al igual que lo estamos dando durante todo este año. Debemos demostrar una organización ejemplar que sirva como modelo, no solo a futuras organizaciones de actos cofrades, sino a los demás ámbitos sociales de la ciudad. Tenemos ahora en la mano ser el modelo del buen hacer, sin la necesidad de ser obligados por leyes o prohibiciones que no hacen más que seguir polarizando esta sociedad tan separada tanto en ideologías como en el sentir hacia el prójimo. Y todo esto esto debe hacerse desde la coherencia, el estudio y mucho trabajo por parte de todos.
Hoy os voy a hacer un pequeño análisis, bajo el punto de vista de un apóstol, de los pasos importantes que deberíamos de dar para trabajar en una Semana Santa realista, acorde a todo lo que nos podamos encontrar y no dejando lugar a la improvisación. Vivir una Semana Santa acorde con los tiempos que nos está tocando vivir, que por desgracia no es la que hubiéramos deseado.
Paso 1: Trabajar de menos a más (comenzar la casa desde los cimientos)
Debemos tener una cosa clara: lo que pensemos que funcionara hoy, puede que dentro de un mes no sirva para nada.
Está muy bien que trabajemos en las tres lineas que la Junta de Andalucía nos ha barajado. Todos queremos hacer el máximo de eventos de cara a nuestra fiesta, pero lo primero que debemos de saber es que cada semana, como si viviéramos en un videojuego, pasaremos de un nivel a otro sin saber si el gran proyecto, que creemos será «el pelotazo» para salvar nuestra fiesta, tendremos que tirarlo a la basura y vernos sin nada en las manos.
Tenemos que saber que igual llegamos a la Semana Santa pudiendo disfrutar de una exposición la cual, según el presidente del Consejo, se está barajando su posibilidad, como igual nos vemos (casi) encerrados en casa y tirando de videos para quitarnos ese amargor que nos da el vernos de nuevo con las manos vacías. Debemos de ser realistas y prepararnos para todos los escenarios posibles, así el golpe será menor.
Paso 2: La Hermandad y sus integrantes como centro de todo
Está muy bien querer hacer algo de cara a la galería, pero visto que el turismo es algo ahora mismo casi inviable ya, que la movilidad va a estar muy delimitada, el foco de trabajo debe centrarse en un objetivo claro y único: los Hermanos.
Este año debe de ser una Semana Santa para vivir desde la confirmación de la fe, intentar acercar de nuevo a los hermanos a sus cofradías y hacerles más que nunca participes de sus deberes y obligaciones como hermanos de las corporaciones que son. Hay que recordar (y en los archivos de las hermandades se puede verificar) que el foco de las Hermandades (aunque nos pueda parecer decir esto hoy un sacrilegio) nunca fue la estación de penitencia, sino el culto interno incluso más que el externo.
Los archivos de las hermandades están repletos de datos en los que se demuestra esta afirmación. Podemos poner el ejemplo de la Hermandad del Nazareno la cual dejaba de salir para, con el dinero de las salidas procesionales, sufragar todos los gastos médicos que los propios hermanos necesitaban en épocas de males. Y como ese ejemplo, de no más de un siglo, encontramos varios similares.
Este año y ante la actual situación la premisa debe ser muy clara. Lo primero es la salud de los hermanos y ninguna hermandad debe poner en riesgo la de ninguno de ellos.
¿Esto significa que no se deba de hacer nada? No. Pero hay que empezar a trabajar desde el principio de precaución.
Paso 3: Análisis y organización por niveles epidemiológicos
Para llegar al acierto o al menos a no quedarnos con las manos vacías, debemos trabajar con un enfoque sanitario actual, el cual lo marcan las medidas y reglas tomadas por la Junta de Andalucía. Si a esto le sumáramos el principio de precaución, la premisa es clara: debemos hacer un trabajo por escalas, desde la más pesimista en la cual la ciudad se encontrara en una fase de Nivel 4 Grado 2, hasta el mejor de los casos en los cuales las medidas no irían más allá de la denominada Fase 3.
Si programamos toda la organización de esta manera, en mi opinión sería la manera más acertada no solo para tener el máximo de ideas posibles a llevar a cabo en cada modelo, sino en no tener que jugar con la improvisación y terminar en el desastre.
Vamos a proyectar ahora, qué posibilidades nos da cada uno de los escenarios posibles, aunque todos ellos deben de tener unas premisas generales.
1. Medidas generales para la organización y seguridad de la Cuaresma y Semana Santa 2021
Mascarillas homologadas
Las Hermandades deben dar un paso al frente en este sentido y pedir de manera obligatoria que a todos los actos que se organicen, tanto los hermanos como el público que quiera acceder a lo programado, deben acceder al templo o a los lugares estipulados con mascarillas homologadas, ya sean mascarillas desechables (las llamadas quirúrgicas comúnmente) o mascarillas FFP2 recomendando estas últimas para mayor seguridad.
Está muy bien que se haya realizado un merchandising con mascarillas de diseños variados dentro de las hermandades, o que otras personas quieran ir a la ultima moda, pero ahora más que nunca la salud y seguridad de todos debe de primar por encima de cualquier otra cosa.

App Radar Covid o métodos de rastreos de manera obligatoria
Esto debe ser claro: Sin Radar Covid instalada en el móvil no se puede acceder a ningún acto. El rastreo es algo que ha fallado desde el principio de esta pandemia y debemos dar la seguridad de al menos poder sobrellevarlo dentro de todos los actos cofrades. Podríamos poner al igual que se hace en los teatros un documento en el cual se rellene toda la información de las personas que acceden a cada acto para tener un control de rastreo, pero creo que cuesta menos lo primero. Aún así el seguimiento y rastreo debe de ser algo obligatorio en todos los actos que se organicen ya sean religiosos, expositivos, musicales etc. de la manera que sea.
Medidores de CO2 homologados para el control de aerosoles dentro de los recintos
Otra premisa e inversión que deberían de hacer las hermandades es la compra y gestión de un medidor de CO2 para las iglesias y más si se va a estudiar que estén abiertas con montajes escultóricos donde el paso de fieles y ciudadanos va a ser constantes en un corto periodo de tiempo. Esto ayudaría a controlar no solo la ventilación de las iglesias más grandes, sino en las que presentan más dificultades, saber los tiempos de pausa para el desalojo y ventilación de las mismas y así no poner en riesgo a ninguno de los presentes, sobre todos aquellos equipos de mayordomía que tengan que estar en el interior de los templos varias horas.

2. Organización y Proyección de cultos y actos por Niveles epidemiológicos
Ahora vamos a hacer una estimación de las posibilidades y necesidades que dan cada uno de los niveles epidemiológicos dentro de las restricciones que marcan las autoridades competentes, desde las más restrictivas hacia las más permisivas.
Confinamiento
Es una opción ahora mismo descartada por el gobierno central pero que ya algunas voces expertas reclaman.
Aquí solo tenemos una opción: volver a la odisea del 2020. Por eso y para estar preparados para todas las posibilidades, las juntas deben empezar a preparar sus proyectos tecnológicos. Este año no valdrán los videos en salones o cuartos a través de las pantallas de los ordenadores, pues tienen las cofradías tiempo para preparar una galería de imágenes desde los templos durante estas semanas. Puede parecer que es demasiado temprano, pero el tiempo corre en en nuestra contra cada día que pasamos con este virus entre nosotros. Urge trabajar desde ya en todas las posibilidades por muy descabelladas que parezcan.
Nivel 4 Grado 2
En este nivel nos encontramos con unas restricciones absolutas, donde las más importantes son un confinamiento perimetral del municipio y un aforo del 30% en iglesias. Nos encontraríamos con una Cuaresma / Semana Santa en la cual, bajo mi opinión, los cultos debieran ser a puerta cerrada asistiendo solo los miembros de junta (siempre que no sea persona de riesgo) y equipos de trabajo hasta llegar al aforo (si se diera la posibilidad) donde la retransmisión en streaming debería de ser prioritaria para llegar a todos los hermanos.
Claro que para ello las Hermandades deben de prepararse desde ya en la gestión de redes y conexiones para que ningún hermano se quede sin la posibilidad de asistir telemáticamente a todos los actos cuaresmales y de la Semana Mayor organizados por su cofradía.
No podrían celebrarse ningún otro tipo de acto así como conciertos o exposiciones y mesas redondas presenciales (siempre quedaría el formato streaming).
Nivel 4 Grado 1
Este nivel se encuentra en un aspecto similar al anterior en cuanto al aforo de cultos (30%) aunque con un confinamiento provincial (<500) o municipal (>500) en función del número de contagios delimitados por las autoridades sanitarias.
A nivel de cultos debería de ser un formato similar al anterior expuesto aunque tenemos algunas posibilidades suplementarias. La primera y que tendría que llevar a un debate interno: ¿Montar las iglesias para una exposición de fieles? Puede que todavía sea algo precipitado.
Las actividades de guías turísticos son viables con grupos de 10 personas máximo (¿posibles rutas cofrades privadas?) además de conferencias que no superen el 40% del aforo permitido así como exposiciones al 65% de aforo. Aquí habría que plantear ¿Es viable hacer una exposición cofrade? ¿Todas las actividades deberían de ser a través de cita previa para evitar colas y aglomeraciones?
Los Teatros tienen una ocupación del 50% del aforo y hasta 300 personas si son eventos al aire libre. Con estas medidas, el pregón podría llevarse con solvencia además de los conciertos de bandas siempre que se les puedan proveer a los músicos de las medidas de seguridad pertinentes tanto para los ensayos como para los propios conciertos. ¿Podrían esos conciertos trasladarse a espacios amplios como la plaza de la Catedral o el Parque Genovés, donde acotados y con una sillería al aire libre se disminuyen los riesgos?
Nivel 3
Sería el nivel más relajado y en el que todo los anterior cobraría más sentido y viabilidad. Además de que los lugares de culto estarían al 50%, habría una apertura de fronteras entre provincias que daría más movilidad y sentido a la organización de eventos y muestras tanto en los templos como en los demás lugares acondicionados. La gran cuestión es : ¿Llegaremos a Semana Santa con las condiciones epidemiológicas favorables para poder hacerlo? Eso depende de como evolucione la pandemia en estas próximas semanas.
Opciones hay muchas y no sabemos en cuales nos vamos a encontrar a partir del próximo Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Resurrección. Por eso no hay que tener miedo en trabajar desde las opciones más pesimistas hasta las mas favorables, así en ningún caso nos encontraremos con las manos vacías.
Porque trabajar en una sola línea ahora mismo será una lotería.