Hace años el ilustrísimo D. Manuel Morera en el Falla, dejó una frase antológica que traspasó más allá de las puertas de tierra y los puentes que dan acceso a nuestra tacita de plata y que inconscientemente todo gaditano, con chascarrillo y buen humor, soltaba entre manzanillas de bar a sus coetáneos que vivían allá donde descansan los beduinos: ¡Tú no eres de Cádiz!
Pues bien, parece ser que el gaditano se está retroalimentando de esa sensación en materia cofrade, pues la preparación de la magna, está dejando cosas que a este apóstol no dejan de sorprenderle y parece que la magna que va a disfrutar desde su asiento será de todos, menos de arraigo gaditano.
Y por supuesto vendrán las típicas «coletillas gaditanas» que sirven como excusa para no querer ver más allá de lo que realmente importa: Nuestra seña de identidad.
Porque con el “es una ocasión especial”, “es algo extraordinario” o “es la ocasión de traer a nuestra tierra lo que en Semana Santa no podemos traer”, creo que estamos perdiendo el norte y la visión de las cosas y sobre todo de las posibilidades que está ciudad tiene de trabajar de cara al futuro.
Si ya partimos de la base de que las tres hermandades que no pudieron descansar con tranquilidad en nuestro templo catedralicio en la pasada Semana Santa lo harán e incluso pernoctarán a sus anchas más de un día (quien lo diría) creo que tenemos una primera respuesta a toda la incongruencia que estamos viviendo.
Pero si ya vemos algunos movimientos que ciertas cofradías y el propio consejo están realizando, miedo nos tiene que dar de cara al futuro de ciertos “experimentos cofrades” que con la excusa de la magna se van a realizar y van a servir de pruebas pilotos para años venideros (y al buen entendedor pocas palabras bastan).
Tristemente estamos perdiendo una oportunidad de oro en revalorizar y poner en su lugar nuestro propio patrimonio cofrade y a nuestra propia Semana Santa.
Porque si nos han dado el sello de interés turístico nacional es por lo que tenemos: por nuestro patrimonio, por nuestras tradiciones y por nuestra idiosincrasia y fisionomía de ciudad (o así nos lo han querido vender los interesados de obtenerlo).
Es por eso que me sorprende, por ejemplo, que el debate cofrade se mueva en torno a bandas “champions league” y no a porque el 50% de nuestras joyas patrimoniales escultóricas se quedarán el 17 de septiembre en los templos en la sombra.
En por qué a todo hay que meterle música y no podemos también dar cabida al silencio o incluso la saeta que según el Consejo nació en Cádiz. Creo que veremos imágenes que algunas familias históricas gaditanas se echarán las manos a la cabeza cuando la vean por la calle.
En por qué el recorrido oficial de la magna no es el que normalmente es en nuestra Semana Santa y tenemos que modificarlos por “gustos personales” o “por vender más sillas”.
Y todo esto aunque parezca un ataque de ira por parte de Judas, debería de hacernos ver una reflexión más profunda y que va mucho más allá de si un paso debería de ir con tal o cual banda, a horquillas o como cada cual le plazca llevar.
Una Magna fuera del calendario litúrgico (recordemos que vamos a celebrar poner una piedra) debe de servir de atractivo turístico y sobre todo de carta de Presentación para todo aquel extranjero (entiéndase el concepto como persona de fuera de la ciudad) que durante la semana de Pasión, Muerte y Resurrección no ha querido, por desinterés o por pensamiento de que su fiesta es mejor, o ha podido venir a nuestra ciudad porque desconoce qué interés cultural tiene nuestra Semana Santa en realidad, porque por la tele, siempre se habla de otras.
Y claro, si al final el cofrade andaluz, va a venir a ver algo que realmente en Cádiz no se ve… apagad el chiringuito que no nos enteramos de qué va esto.
Porque no olvidemos que la Magna que vamos a celebrar (aunque nos quieran vender lo contrario) de interés religioso… poquito, será totalmente de carácter y arraigo popular.
Y ojo, que si es así, lo comparto totalmente, también nos hace falta tener pasos en la calle después de muchos años.
Pero al menos que no se pierda el norte de lo que en Cádiz, se ve, se hace y se siente.
Todo lo demás se puede encontrar en otra ciudad, y en algunas de adelanto casi veinte años nos llevarán. Y no por ello tampoco conseguimos el título de Interés Turístico Nacional.
Un último apunte y en el cual espero llevarme una alegría.
Ahora que se habla tanto de bandas en Cádiz y aunque parece que tenemos memorias a corto plazo: Polillas fue solidaria con una hermandad de Cádiz, espero que el día de la Magna (que los días anteriores ya nos conocemos que cada uno está atando remiendos) las hermandades tengan con ella ese factor solidario, y en concreto aquella a la que le solucionó la papeleta el Domingo de Ramos.
Porque por las noticias y mentideros… parece que las que acompaña en Cadiz, ni el teléfono han levantado.